REMEDIOS CONTRA LA FELICIDAD

Es muy probable que, si se realizara una encuesta universal que consistiera en una única pregunta, a saber, “¿qué es aquello a lo que usted aspira en la vida, lo que con mayor intensidad desea”?, la respuesta mayoritaria, si no unánime, fuera rotunda: la felicidad.

Sin embargo, las cosas se complican cuando se pregunta por aquello en lo que consiste, y unos dirán que el poder, otros tener un cuerpo atlético, algunos el matrimonio, para bastantes gozar de muchas amistades, y así en un reguero muy variado de respuestas.

En este breve escrito Francesco Petrarca hace honor al dicho que advierte sobre las decepciones y hasta los peligros que encierra el cumplimiento de nuestros deseos: el poder, el matrimonio, la amistad, todo aquello en lo que los hombres cifran la felicidad, es larva de serveras desdichas.

La obra de Francesco Petrarca (1304-1374) fue el más caudaloso cauce por el que la tradición clásica volvió a emerger en Europa, olvidadiza, de cuando en cuando, de sus nobles raíces. De no ser por él, tal vez la poesía latina y el legado de Cicerón no hubieran perdurado entre nosotros con la intensidad que conocemos, pues el aretino fue una suerte de enlace de la historia universal. Sin embargo, no por ello dimitió de sus convicciones cristianas, que trató de sintetizar con las letras antiguas.